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Cirugía resectiva y regenerativa periodontal

¿Qué es la periodoncia?

Es la especialidad odontológica que se dedica a la prevención diagnostico y tratamiento de las enfermedades relacionadas con la encia y el tejido de soporte de los dientes. Las afectaciones más comunes son la Gingivitis, la Periodontitis y la Periimplantitis, ambas últimas englobadas en lo que comúnmente se llama “piorrea”. La estadística presente en nuestro país refleja que a los 30 años tan solo un 15% de la población tiene las encías completamente sanas, frente a un 65% que padecen Gingivitis y un 20% que padecen periodontitis.

Gingivitis

La gingivitis es la inflamación de la encía que rodea al diente como consecuencia del acumulo de placa bacteriana alrededor del diente. La Placa bacteriana es un deposito blanquecino que comprende bacterias, restos de alimentos y toxinas, que se deposita alrededor de las superficies duras de la boca (dientes e implantes) a las pocas horas de habernos cepillado. Es una situación reversible, en la cual no hay pérdida de hueso circundante. Si se establece una adecuada higiene, la gingivitis a los pocos días se resuelve. Si no lo realizamos correctamente, volverá a inflamarse la encía de nuevo y podemos llegar al siguiente estadío de la enfermedad que es la Periodontitis.

Periodontitis

Es el siguiente estadío a la gingivitis, y comprende la pérdida de hueso alrededor del diente. Es una situación grave, ya que en muy pocas ocasiones podremos regenerar el hueso y la encía perdidos. El riesgo de perder el diente depende del avance de la enfermedad y de la severidad de esta. La gran mayoría de las Periodontitis son de evolución crónica. Puede pararse la enfermedad y conseguir que no continúe avanzando, pero requerirá visitas de control y mantenimiento periodontal en la clínica en función de la severidad de cada caso. Dependiendo del paciente hará falta verle en la clínica para un mantenimiento de 1 a 4 veces al año. Sus visitas de mantenimiento y control dependerán de la situación de su enfermedad, pudiendo consistir en un simple control mediante una limpieza convencional sin anestesia, a una desinfección con Raspado y Alisado Radicular (comúnmente denominado “curetaje”) por sectores. El mantenimiento a largo plazo es de obligado cumplimiento para estos pacientes, ya que la enfermedad puede reactivarse de nuevo si no se controla adecuadamente. Existe una susceptibilidad genética a la aparición y desarrollo de la periodontitis, así como otros factores que agravan la enfermedad: Tabaco, diabetes, estrés, o embarazo entre otros. De la misma manera un pobre control sobre la situación periodontal condiciona y agrava la situación de pacientes medicamente comprometidos, como por ejemplo los pacientes que padecen enfermedades cardiovasculares o diabetes. También se pueden tener complicaciones durante el embarazo debido a la presencia de la enfermedad periodontal.

Signos y síntomas de la enfermedad periodontal

A no ser que la enfermedad este muy avanzada, no suele presentar dolor y cursa de forma silente. Cuando un paciente padece un absceso o “flemón” generalmente suele ser ya demasiado tarde para poder salvar el diente. Si la encía esta sana no sangra. Pero no necesariamente por no sangrar significa que está sana. Habitos como el tabaquismo reducen el flujo sanguíneo y pueden enmascarar una gingivitis o una periodontitis grave. Al menor síntoma debe acudirse a la clínica para ser tratado por el especialista en periodoncia. Algunos de los síntomas que pueden aparecer son los siguientes:

Tratamiento de las enfermedades periodontales

Primero se debe realizar un examen cuidadoso y establecer la situación actual de enfermedad y su progreso de forma individualizada. La gingivitis se trata realizando una remoción de la placa subyacente bajo la encía mediante aparatos ultrasónicos y manuales. El uso de antimicrobianos o antibióticos si realizar la remoción mecánica de la placa no es efectivo, por lo que de usarse siempre debe realizarse a la vez que el tratamiento o poco después. La periodontitis requiere de un examen minucioso, realizando un periodontograma (medición individualizada de la situación de la inserción periodontal de cada diente) y una serie radiográfica periapical. Una vez establecido el alcance de la patología el tratamiento puede consistir solo en una remoción mecánica de la placa y el cálculo con anestesia local en las localizaciones afectadas, o realizar el mismo proceso en varios días distribuyéndolo por sectores de la boca si la afectación es muy severa. En este caso el tratamiento se denomina Raspado y Alisado (comúnmente conocido como “curetaje”) y es necesario realizarlo por un especialista para asegurarnos de que se realiza correctamente. Se procederá a la reevaluación del paciente a las 6 u 8 semanas para establecer como ha respondido ante el tratamiento inicial. Una vez realizados los nuevos registros deberemos establecer el pronóstico individual de cada diente y si necesitan mas terapia (Higiene convencional, Raspado y Alisado, Cirugía Periodontal o la extracción del diente).

Cirugía periodontal

Con ambas técnicas conseguimos prolongar la vida de los dientes donde se realiza la cirugía, ya sea por la eliminación de la bolsa y la detención del proceso destructivo periodontal, o por la regeneración de la inserción perdida.

Cirugía Resectiva

Si el patrón de pérdida ósea es horizontal y no hay defectos óseos profundos, la cirugía que realizamos consiste en levantar la encía, limpiar y desbridar los defectos profundos alrededor de los dientes, recontornear el hueso remanente y suturar. Garantizamos con este proceso la reducción generalizada de las bolsas presentes.

Cirugía Regenerativa

Si el patrón de pérdida es vertical en algunos de los defectos óseos, de tal manera que son ciertamente contenidos, se puede regenerar el tejido de soporte del diente para conseguir nueva inserción y no perder el diente. Puede realizarse de dos maneras diferentes, dependiendo de cómo sea la anatomía del defecto. Puede realizarse mediante un sustituto óseo artificial y una membrana de regeneración (que separa la proliferación del tejido blando sobre el hueso, ya que este crece mucho más rápido que el duro) o mediante proteínas derivadas de la matriz del esmalte, más comúnmente conocido como Emdogain. Este material actúa como un autentico regenerador de la zona, consiguiendo verdadera nueva inserción. La morbilidad del postoperatorio suele ser menor si empleamos este material. Con ambas técnicas conseguimos prolongar la vida de los dientes donde se realiza la cirugía, ya sea por la eliminación de la bolsa y la detención del proceso destructivo periodontal, o por la regeneración de la inserción perdida.

Son cirugías en las cuales no se dan puntos y las molestias postoperatorias son casi inexistentes. Se puede sumar a esta técnica la colocación de una prótesis provisional tras la cirugía que dará función y estética al paciente. Se realiza la colocación de dicha prótesis tras la fase quirúrgica, en el mismo quirófano. Será como si no se le hubiera realizado intervención quirúrgica alguna. En pocas horas se devuelve al paciente la sonrisa completa, con casi ninguna molestia postoperatorias.

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